...a través de Bertha Dudde - 26.12.1956
BD 6722 La gran gracia de recibir la Palabra …

No podéis evaluar la gran gracia que significa para vosotros una recepción inmediata de la Palabra … que la Deidad Eterna Misma se dirige hacia vosotros y os habla palabras de amor y misericordia, palabras de aliento y consuelo, palabras de amonestación y palabras de promesa … que Yo Mismo me dirijo a vosotros como un Padre habla a Sus hijos. No comprendéis la magnitud del amor que este discurso directo os demuestra, porque no comprendéis la infinita distancia que hay entre vosotros y Yo, porque soy el Ser más perfecto y aún os falta muchísimo para alcanzar vuestra perfección.

Pero el amor por vosotros, que es igual de infinito, nos une, y este amor siempre quiere acercaros más hacia Mí, y por eso, ante todo, quiere ayudaros a acortar la gran distancia de Mí. Por eso Me dirijo a vosotros. Y con cada Palabra, Mi amor fluye hacia vosotros … Y si logra tocar vuestros corazones, entonces el amor también se encenderá en vosotros, y como el amor siempre impulsa a amar, vosotros también querréis llegar a Mí, y Yo iré a vuestro encuentro …

Y cada rayo de luz de amor que se os transmite a vosotros, los seres humanos en la Tierra, en forma de Mi Palabra es una prueba de Mi amor infinito por vosotros, que no debéis rechazar, sino abrir vuestros corazones para que pueda iluminaros y calentaros interiormente, porque mientras vosotros mismos no encendáis el fuego del amor en vosotros, sólo seréis formas muertas inútiles, incluso si os consideráis “vivos” en la Tierra. Porque la verdadera vida requiere luz y calor, y quiero daros precisamente esta verdadera vida a través de Mí rayo de amor, que debe encenderse en vosotros.

Debéis alcanzar la vida … Así que por ahora todavía estáis muertos, y seguiréis quedaros muertos hasta que la Vida Eterna Misma encuentra acceso a vuestros corazones. Pero Yo me esfuerzo constantemente por lograrlo. Vengo a vosotros, llamo a la puerta de vuestro corazón y deseo entrar, pues Yo Mismo soy la Palabra desde la eternidad, Yo soy la Luz, el Amor y la Vida … La inmensurable gracia de escucharme debería haceros temblar y callar, pero vosotros, los humanos, no podéis comprenderla, porque vosotros, hijos inmaduros, aunque escucháis la voz de vuestro Padre, no sois capaces de captar el sentido de Sus Palabras en toda su profundidad y, por lo tanto, tampoco podéis apreciar adecuadamente este don excepcional de la gracia según su magnitud.

La Palabra Misma vine a vosotros, y sabéis que la palabra se hizo carne … que Yo Mismo descendí a la Tierra en una envoltura carnal para poder hablar a quienes no podían oír Mi voz en su interior, pero que necesitaban escuchar Mi Palabra para despertar a la vida. Pero ellos también tuvieron que dejar que Mi Palabra penetrara en sus corazones antes de sentir la fuerza de la Palabra; ellos también tuvieron que encender el amor en su interior; tuvieron que abrirme sus corazones para que Yo pudiera entrar para poder dirigirme a ellos Yo Mismo …

Este descenso a la Tierra fue un acto de misericordia para los seres humanos condenados a la muerte y a quienes deseaba regalar la vida. Sin embargo, ni siquiera este acto de misericordia fue comprendido en todo su profundidad, no fue evaluado, pues de lo contrario habría conducido a la Redención completa, pues el camino hacia Mí ahorra podía recorrerse con facilidad y sin esfuerzo. Sin embargo, la voluntad de los seres humanos no estaba preparada para encender la llama del amor en su interior. Y esta voluntad no puede forzarse, sino que sólo puede ser influenciada por Mis Palabras amorosas.

Solo Mi Palabra puede lograr una transformación de la voluntad, y como a los seres humanos no les queda mucho tiempo en esta Tierra, Me inclino hacia ellos una y otra vez y les hablo … Y una y otra vez les muestro el camino que sólo necesitan pisar, porque entonces Yo Mismo vendré a su encuentro y los atraigo hacia el cielo … Pero no queda mucho tiempo y por eso Mi Palabra resonará cada vez con más insistencia desde arriba, Mis Palabras de amor brillarán cada vez con más intensidad, y sus chispas de luz aún tocarán algunos corazones y encenderán un fuego de amor en ellos. Porque la medida de Mi gracia aumenta cuanto más se acerca el fin, y un día será claro para todas Mis criaturas lo que se les ha ofrecido, pues la vida y la bienaventuranza se acercan tanto a cada ser humano, Mi Reino en Su gloria se acerca a vosotros, y cada uno de vosotros puede alcanzarlo. Quien Me escuche, quien Me abra la puerta de su corazón cuando llame y deseo entrar …

Amén